Rifaximina: un modulador positivo del ecosistema intestinal

Publicado en: 21 de noviembre de 2024  y atualizado en: 10 de diciembre de 2024
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La rifaximina es un antibiótico de amplio espectro con actividad sobre bacterias aerobias y anaerobias, Gram positivas y Gram negativas, que demostró eficacia en el tratamiento del sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado (SIBO por sus siglas en inglés), diarrea del viajero y otras afecciones infecciosas gastrointestinales. Sobre la base de estos atributos y con su empleo creciente, fue posible reconocer e identificar nuevas características diferenciales de rifaximina que permitieron consolidar su potencial terapéutico.       

En una reciente actualización sobre las propiedades de la molécula, publicada en World Journal of Gastroenterology, un equipo de especialistas de la División Gastroenterología y Hepatología del Hospital Gemelli de Roma, Italia, explicaron el tema a partir de los siguientes cuatro conceptos:      

Rifaximina: antibiótico no sistémico con efectos no tradicionales sobre las bacterias intestinales

Como consecuencia de su mínima absorción sistémica (< 0,4%), la rifaximina alcanza concentraciones tisulares elevadas de alrededor de 8000 mcg/g en muestras fecales después de un régimen de 3 días de 800 mg diarios. Estos niveles superan las concentraciones inhibitorias mínimas observadas para los aislamientos microbianos de esas áreas.                                                                                                                                                                                

Otra característica de la rifaximina es su solubilidad dependiente de los ácidos biliares; lo que le permite ser más efectiva en el intestino delgado, con un bajo poder de inhibición sobre las bacterias colónicas. Esto puede comprobarse al observar que los cambios en la composición de la microbiota colónica se revierten progresivamente y por completo luego de la interrupción del fármaco.                                                                                                                           

Sumada a su actividad bactericida, la rifaximina también ejerce efectos no tradicionales sobre la microbiota intestinal; particularmente posee un efecto sobre la respuesta inflamatoria desencadenada por los agentes microbianos al inhibir la activación del factor nuclear (NF)-κB a través del receptor X de pregnano (PXR) y al reducir la expresión de las citocinas proinflamatorias: interleucina (IL)-1B y factor de necrosis tumoral alfa (TNFα).

Efectos eubióticos de rifaximina sobre la microbiota intestinal

Rifaximina ejerce una modulación positiva sobre la microbiota intestinal. En este sentido, varios trabajos en pacientes con colitis ulcerosa y enfermedad de Crohn pudieron demostrar el aumento puntual de algunas especies bacterianas (v.g. Bifidobacterium, Atopobium y Faecalibacterium prausnitzii prausnitzii) luego de recibir rifaximina, un fenómeno que no pudo observarse con otros antimicrobianos en las mismas condiciones experimentales, como por ejemplo la neomicina con la que se registró un aumento de las Proteobacterias.

En conclusión, la rifaximina es capaz de aumentar el caudal de bacterias intestinales beneficiosas, al tiempo que mantiene estable la composición general de la comunidad microbiana intestinal.

Rifaximina: un modulador positivo del ecosistema intestinal

Todos los atributos mencionados promueven una reclasificación de rifaximina para  definirla no solo como un antibiótico sino también como un “eubiótico”, es decir, un modulador positivo del ecosistema intestinal.                                                                                            

Por lo general, los humanos viven en una relación simbiótica con su propia microbiota intestinal, estableciéndose una asociación prolongada y estrecha que resulta mutuamente beneficiosa para ambos organismos.                                                                              

En los pacientes con determinadas enfermedades gastrointestinales se observan   cambios en la composición de la microbiota intestinal que pueden instalarse estableciendo una alteración disbiótica persistente que contribuye a la progresión del estado patológico en individuos predispuestos, con el consecuente empeoramiento de los síntomas. Esto explica la eficacia de compuestos eubióticos en estas situaciones clínicas en las que la modulación de la microbiota intestinal, producida por la rifaximina, sumada a sus efectos no tradicionales, dan como resultado una acción antiinflamatoria y trófica beneficiosas para el intestino.

Seguridad y tolerabilidad de rifaximina demostradas en la práctica 

Otro aspecto a remarcar de rifaximina es su destacado perfil de seguridad. En primer lugar, la escasa absorción de esta molécula cuando se administra por vía oral, determina que su eliminación a través de la orina también resulte prácticamente insignificante. Por otro lado, las interacciones farmacológicas esperables con rifaximina son muy raras, como lo confirmaron dos estudios que incluyeron individuos sanos en tratamiento con otros fármacos sustratos del CYP450.          

Con relación a la tolerabilidad de rifaximina en la práctica clínica, los principales estudios en los que fue evaluada (enfermedades gastrointestinales y encefalopatía hepática), se registró una tasa muy baja de eventos adversos, en general de grado leve y con una frecuencia similar a placebo. Los más observados fueron: cefalea, náuseas, mareos, dispepsia, malestar y distensión abdominal, diarrea, estreñimiento y flatulencia. La incidencia de infecciones también fue baja, y los pocos casos de colitis por C. difficile notificados durante el tratamiento con rifaximina se asociaron generalmente a condiciones predisponentes, como hospitalización y uso prolongado de otros antibióticos.                                                                                                                 

Un aspecto a tener en cuenta es el empleo de rifaximina en pacientes con permeabilidad intestinal incrementada, situación en la que la exposición sistémica a la droga puede verse aumentada. Esto se observa cuando existe algún grado de deterioro hepático, como por ejemplo en pacientes cirróticos clases Child-Pugh A, B y C en los que la exposición puede resultar 10, 13 y 20 veces mayor respectivamente. En estas circunstancias, si bien no se requiere un ajuste de dosis, se recomienda un empleo cuidadoso de la rifaximina.

Referencias bibliográficas 

(1)        Ponziani FR et al:  Rifaximin eubiotic effects on gut microbiota - World J Gastroenterol 2017 July 7; 23(25): 4491-4499

Este material es sólo para fines informativos. No debe ser utilizado para realizar el autodiagnóstico o la automedicación. En caso de duda, siempre consulte a su médico.
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