La vitamina A es un nutriente importante para el crecimiento y para el buen funcionamiento de algunos órganos del cuerpo, principalmente los ojos, boca, nariz y estómago. En los niños, esta vitamina ayuda también para que ellos tengan un desarrollo más saludable, previniendo incluso la mortalidad infantil¹. Mujeres en fase de lactancia también necesitan de más vitamina A².
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la deficiencia de vitamina A afecta a cerca de 19 millones de mujeres embarazadas y 190 millones de niños en edad preescolar en todo el mundo. El cuerpo humano no es capaz de producirla, siendo así, es necesario incluir en la alimentación diaria los alimentos que suministran este tipo de vitamina. También es posible hacer una reposición a través de la suplementación de Vitamina A, que debe siempre ser indicada por el médic².
Problemas en los ojos
La deficiencia de vitamina A puede manifestarse por problemas en los ojos (retina, conjuntiva y córnea), disminuyendo la sensibilidad a la luz, principalmente durante la noche, reduciendo la capacidad de visión en locales oscuros y desarrollarse para la ceguera parcial o total. En los casos más ligeros, la baja concentración de vitamina A puede provocar diarrea y morbilidades respiratorias².
La vitamina A puede ser encontrada en diversos tipos de alimentos como la leche humana (indicada para los bebés), leche de vaca, hígado, yema de huevo, espinaca, zanahoria, col, calabaza y frutas como guayaba, mango, papaya, cayú y caqui son fuentes ricas de vitamina A. Los aceites y frutas oleaginosas, como el moriche, pupuña, dendé y pequi también pueden ser insertados en esta lista².