Empleo de ultrasonidos para mejorar el temblor y otros síntomas motores en la enfermedad de Parkinson
La enfermedad de Parkinson (EP) es un trastorno degenerativo de progresión lenta que afecta áreas específicas del cerebro. Epidemiológicamente, ocupa por su frecuencia el segundo lugar entre los trastornos neurodegenerativos a nivel mundial, siendo solo superado por la enfermedad de Alzheimer.
Los pacientes con EP presentan un déficit importante en la producción de dopamina, un neurotransmisor (mensajero químico) que desempeña un papel destacado en el control de los movimientos, las respuestas emocionales y afectivas y la capacidad de experimentar placer. En la enfermedad de Parkinson están deterioradas de manera creciente y progresiva las células que producen dopamina lo que se traduce en los trastornos del movimiento que dan lugar a los síntomas más notorios de la enfermedad; más allá de que existe otro tipo de manifestaciones que acompañan a estos cuadros.
En la EP, la pérdida progresiva de las neuronas productoras de dopamina, altera el funcionamiento normal de una red de estructuras cerebrales llamadas ganglios basales que controlan el movimiento. Entre ellos, se destaca el globo pálido interno que al verse afectado produce los síntomas motores característicos de esta patología.
En los últimos años se ha desarrollado una herramienta terapéutica llamada ultrasonido focalizado de alta intensidad (HIFU por sus siglas en inglés) que, empleada a nivel cerebral, logra reducir entre el 70% y el 90% el temblor en la EP. Se trata de un procedimiento no invasivo y no empleado con fines curativos, sino que apunta a mejorar la calidad de vida de los pacientes, facilitando su capacidad para desarrollar actividades cotidianas simples como poder cortarse la comida, tomar un vaso con las manos, afeitarse, vestirse, escribir y hasta operar su teléfono celular.
El paciente debe colocarse un casco (llamado transductor) que emite más de 1000 haces de ultrasonido que son guiados a través de una imagen generada por resonancia magnética. Estos haces atraviesan el cráneo y confluyen en un punto focal establecido para producir una ablación térmica, que consiste en la destrucción del tejido (al alcanzar los 60ºC), provocando la muerte o necrosis de las células objetivo; en este caso de esa pequeñísima fracción de cerebro responsable del temblor, sin dañar el tejido normal circundante.
El procedimiento se concreta en una única sesión, se realiza de manera ambulatoria y sus efectos son prácticamente inmediatos. Los especialistas sostienen que el HIFU está indicado en pacientes con EP tremórica que no responden o no toleran el tratamiento farmacológico convencional. El HIFU se considera método no invasivo porque no implica incisiones ni trepanaciones en el cráneo.
En un estudio clínico en el que se evaluó la seguridad y eficacia del ultrasonido focalizado en el globo pálido interno, participaron 94 pacientes con EP que presentaban síntomas motores. De ellos, 69 fueron asignados aleatoriamente al grupo de ultrasonido focalizado y 25 integraron el grupo de control, quienes recibieron un tratamiento simulado sin activación del ultrasonido.
Cada paciente fue evaluado clínicamente para determinar la gravedad y la progresión de su EP antes y después del tratamiento. Casi un 70% de los participantes del grupo de tratamiento presentaron mejorías en los síntomas luego de tres meses de seguimiento, en comparación con un 32% del grupo de control que se había sometido al procedimiento inactivo, sin ultrasonidos focalizados. Es interesante ver cómo siguieron evolucionando los pacientes que integraban el grupo control -en la mayoría de los casos por elección propia- en el curso del ensayo. El siguiente cuadro refleja este proceso.
Con relación a la tolerabilidad del tratamiento con ultrasonido focalizado de alta intensidad, un tercio de los pacientes no presentó eventos adversos. Aquellos que sí padecieron alguna manifestación de este tipo solo experimentaron síntomas leves o moderados como cefaleas o mareos. Un solo paciente presentó una complicación severa: embolia pulmonar no fatal.
Al finalizar la experiencia y su seguimiento se concluyó que las personas con EP experimentaron una mejoría significativa en el temblor, la movilidad y otros síntomas motores tras someterse a un procedimiento con ultrasonido focalizado. El trabajo fue publicado en 2023 en la prestigiosa revista especializada New England Journal of Medicine.
Referencias Bibliográfcas
(1) El ultrasonido focalizado no invasivo ayuda a aliviar los síntomas de Parkinson- Recuperado de https://www.parkinson.org/blog/espanol/ultrasonido-focalizado Publicado 6- 5- 2024
(2) La HIFU puede reducir hasta un 90 % el temblor en el Parkinson. Recuperado de https://www.diariomedico.com/medicina/neurocirugia/hifu-reducir-90-temblor-parkinson. Actualizado 10/04/2024
(3) Krishna V et al: Trial of Globus Pallidus Focused Ultrasound Ablation in Parkinson’s Disease - N Engl J Med 2023; 388:683-93.